Tiene un son de piedra y agua el río,
un trino y otro el amanecer,
silba el viento por entre los pinos
y ecos muy bien repetidos
la montaña sabe hacer.
Un trueno retumba allá a lo lejos,
el fuego crepita en el hogar,
tu voz al oído, un arrumaco
y la lluvia en el tejado
ya se pone a murmurar.
Las gaviotas chillan en lo alto,
en su ida y vuelta ruge el mar.
Late el corazón su ritmo tibio
y en la playa unos chiquillos
ríen corriendo a la par.
Voces por aquí, voces por allá.
Cada sonido es un arte,
del que puede seas parte;
música en estado natural.
Pato Ageitos.