Lleva siglos en las calles,
y de sol a sol trajina
con un ramo en cada mano,
al son de un mismo estribillo
por algunas moneditas.
Crece en no tan buenos aires,
obligado a rendir cuentas
a quien solo le dá en suma,
poco amor, menos cultura
y horas al juego le resta.
Sueña jugar en primera,
hacer un gol el domingo,
domina bien la pelota
mientras rueda por la vida
con el marcador en contra.
Yugando por la gran ciudad
expuesto a quien sabe que mas ¡!
Tan solo es un pibe y en los albores
del día parece mas que todo un hombre
Y por las noches duerme en la piel
de su inocencia por no perder
la luz entre tanta sombra que el mundo impone.
Pato Ageitos